CIBERMAGAZINE

lunes, 15 de noviembre de 2010

Murcia se re-Manga entre los otakus y el cosplay


(Murcia. 15-11-2010) Los que piensan que los amantes de la cultura japonesa son un grupo minoritario de frikis se equivocan. Al menos, a medias: frikis, a mucha honra; pero en un buen número. Y si no, que se lo digan a los miles de personas que se congregaron durante el fin de semana del 13 al 15 de noviembre en el Auditorio Victor Villegas para celebrar el II Salón del Manga de Murcia, conocido como ‘Murcia se reManga 2010’. Muchos admitieron haber recorrido un buen trecho para llegar hasta allí; otros, haberse gastado los ahorros de varios meses en el atrezo. Pero todos coincidieron en que había merecido la pena.



Entre los pasillos de los puestos de merchandising, las exhibiciones de artes marciales, y los diversos talleres de introducción a la cultura japonesa, los principales personajes de series de ciencia ficción (mayoritariamente manga, pero no necesariamente) tomaron vida gracias a la magia del cosplay: una moda nipona consistente en disfrazarse (imitando o inspirándose) con la estética de personajes de cómic, películas, videojuegos, y otros mundos relacionados con la subcultura.



¿Oriente = katanas y patadas voladoras?

Aunque probablemente sea lo que más ha trascendido en occidente, la cultura japonesa es mucho más que artes marciales y armas exóticas: zen, videojuegos, cosplay, origami, karaoke, manga, shusi, feng shui, para para, anime, caligrafía, hentai… y otras muchas aficiones, disciplinas y filosofías conforman el rico universo nipón. Todas ellas tuvieron su representación, en mayor o menor medida, en este Salón del Manga, ya fuera en un taller o en las páginas de un libro o cómic.

Ahora bien: ¿Qué sería de un evento como este sin una buena exhibición del arte de la guerra? Los aficionados al kendo, kobudo, jujitsu, judo, karate y aikido tuvieron la oportunidad de observar con sus propios ojos lo que muchos solo han visto a través de la tele. Incluso un grupo de misteriosos ninjas mostraron algunos de los secretos más oscuros de sus ancestrales técnicas. Para los que prefieren actuar a mirar, se celebró el torneo de Softcombat: una modalida de lucha armada pero inocua (o casi), en la que está prohibido golpear en puntos vitales (cara, cuello, testículos…) y las armas están acolchados con gomaespuma y similares. Junto a esto cabe añadir que estaba prohibido introducir en el recinto armas reales (aunque formaran parte de un disfraz), y las únicas permitidas eran las que se exhibían en los puestos.


Coleccionismo extremo

“En estos salones el público se da a un consumismo desaforado y sus propuestas son más participativas. En los de cómic, el público mayoritario es más 'gafapasta' y también de más edad”, sentenció David Ramirez (creador de ‘Dragon Fall’ o ‘Los Paladines del Horóscopo’) en la entrevista que concedió a nuestra colega Pepa García del periódico ‘La Verdad de Murcia’. Junto a él, otros autores de la talla de Mustashrik (‘Julio Cesar’) Enkaru (‘Trisquell’), o Diego Gisbert (‘Castelvania, Lord of Saows’) organizaron soberanas colas en los puestos de las grandes cadenas, que competían con quiscos multicolores plagados de chapas, camisetas y miles de figuritas de formas inimaginables.

Manga también es música

Videojuegos como el 'Guitar Hero' o 'Rock Band' han ayudado a sacar la estrella del rock que muchos llevan dentro, aunque pocos se atreverían a subirse a un escenario. Este no es el caso de la banda Otaku Heroe, que ataviados con sus guitarras de seis botones de colores y otros periféricos de videoconsola, versionan a los grandes mientras intentan ganarse el respeto de su público haciendo la mayor puntuación posible.

Los que ronden la generación de los 80 recordarán grandes temazos de series japonesas, como el primer opening de 'Bola de Dragón', interpretado por los Barón Rojo; o el tema de 'Mazinguer Z', versionado por grupos como 'Los Gigatrón' o 'El Hombre Linterna’. En esta línea, pero en versión femenina, las vocalistas de 'Charm' (Lydia y Marta) repasaron parte de su extenso repertorio (el cual abarca cuatro discos y ocho años sobre los escenarios) en el que reescriben temas manga, entremezclando partes en japonés y otras en español: un lujo para los niños de todas las edades que aguantaron hasta el final del Salón.

Texto: Cuco
Fotos: Cuco
 

lunes, 1 de noviembre de 2010

El humor ácido arranca carcajadas en el Festival Mundoidiota 2010

(Madrid. 01-11-2010). Era Hallowen y los góticos se disponían a celebrar su gran noche anual. Pero una jauría de 3.500 autoproclamados ‘idiotas’ (en el mejor sentido de la palabra), procedentes de todos los rincones de la península, se concentraron en el Palacio de Vista Alegre (Madrid capital) para celebrar el Festival de música y carcajadas Mundoidita 2010.


El cartel, un auténtico lujo, que prometía risas y buen rollo como nunca antes se habían visto: coronado por los Mojinos Escozíos, Los Petersellers, Mama Ladilla, y La Excepción, arropados por las bandas más hilarantes del panorama nacional.


“Gandul” no volverá a ser un insulto.


Nunca había visto a una banda tan baga que diera los conciertos sentados desde un sofá. También he de decir que hacía tiempo que no oía a tanta gente reírse de esa manera. Más humoristas que cantantes, Los Gandules versionaron, de forma surrealista, todo clásico de los 80 que se les cruzaron en el camino. La temática de las letras varió desde los pintores renacentistas, a recetas de cocina, pasando por… cien mil chorradas, siempre sorprendentes, ingeniosas y desternillantes.


Idiotas pero solidarios


El 20% de la recaudación del Festival Mundoidiota 2010 (3.500 entradas vendidas, entre 20 y 24 euros cada una…) fue destinado a la Fundación Gomaespuma, para un proyecto que tratará de erradicar el comercio sexual infantil en Managua. Quizás, por eso fueron tan frecuentes las bromas desde el escenario contra Sanchez Dragó y su último escándalo: asegurar en un libro autobiográfico, de forma jocosa, que había mantenido relaciones sexuales con dos menores de 13 años. Algunos de los protagonistas de estas bromas fueron el grupo de cómicos ‘Teatraco a las 12’, animadores de la primera mitad del festival, los cuales hicieron un tronchante homenaje al ‘Gran Dictador’ de Chaplin. Estaba previsto que los integrantes de Gomaespuma fueran los animadores de la segunda parte, pero solamente apareció Juan Luís Cano (no sabemos que fue de Guillermo Fesser), llegando tarde y sin apenas ningún chiste.


Vuelve el guateque-punk con los Petersellers a duo


Este grupo de ‘guateque-punk’ es un superviviente nato: lleva desde el 90 y poco dando guerra y, a pesar de sus continuos cambios de formación (llegando incluso a sustituir al cantante) y sus problemas legales (según apunta su página en la Wikipedia) siguen arrasando en los escenarios. Su nuevo cantante (Nano Don bigote) y su predecesor Monigote se alternaron el escenario durante un concierto lleno de buen humor, donde sus letras irreverentes aliñadas con rock, pasodoble, soul, disco, accid jazz y tecno-pop, hicieron bailar y reír a partes iguales.


También fue Hallowen en Mundoidiota


Aunque se echó en falta algún guiño de la organización o de los grupos, muchas personas decidieron no renunciar a Hallowen (o más bien a la posibilidad de disfrazarse y tener una excusa para hacer un poco más el cafre) por el mero hecho de encontrarse en un festival de rock-freak. Los mejores, aquellos que se disfrazaron de los cantantes del festival: tíos en bata de casa homenajeando a Los Gandules (o al ‘Nota’ del Gran Lewonski), o los que llevaban caretas con la cara del cantante de Los Petersellers.


‘La Excepción’ fue una excepción excepcional


La música predominante del Mundoidiota 2010 fue el rock, pero hubo un rinconcito para hacer una excepción: El Langui, Gitano Antón, y La Dako Style recibieron los aplausos del público, a pesar de que su estilo musical se alejaba kilómetros del resto de los grupos. Esto se debe a que su rap-cheli-flamencorro, cargado de bromas sobre la vida cotidiana, no puede dejar indiferente a cualquiera que tenga sentido del humor (que no entiende de estilos musicales ni prejuicios).


¿Aforo limitado u overbooking?


La organización del Festival prometió acabar con las aglomeraciones, pero muchos se sorprendieron cuando los encargados de seguridad (algunos más amables que otros), les indicaron que la pista del pabellón tenía “aforo limitado”, y solo se podía acceder a ella si se tenía un sello azul (distinto al que te permitía el acceso al recinto) que acreditara que ya habías entrado con anterioridad. Mientras protestaban, muchos tuvieron que retirarse a la grada, esperar hasta que acabara el concierto, o probar en otra cola, donde el portero no te pusiera objeciones.


Esto, junto con la prohibición de introducir en el recinto bebidas (muchos aseguraban haber leído en Internet que se iba a permitir), cadenas (incluso las que se utilizan para sujetar las llaves), u otros adornos metálicos que no tendrían por qué ser utilizados necesariamente como armas, originó el descontento de algunos de los asistentes.


Los Mojinos: + vale tarde que nunca


Después de 12 horas de festival y más de media hora de retraso, llegaron los ansiados cabezas de cartel: Los Mojinos Escozíos. Estoy seguro de que la gran mayoría del público los había visto 40 veces, pero no te puedes cansar de sus coñas, su música buenrollera, los monólogos del Sevilla, las continuas bromas dirigidas al Puto (batería)… todo un clásico indispensable que no podía faltar en este festival del humor.



Solamente queda decir…


Quedan muchos grandes grupos por mentar en el Mundoidiota 2010 y poco espacio (es un decir :) pero en honor a la verdad diré que los Mamá Ladilla hicieron vibrar al público con sus ritmos punk (las fantásticas letras apenas se oían por problemas de sonido); El Hombre Linterna nos transportó a una infancia pegada al televisor con versiones de los temas infantiles (Comando-G, Fraguel Rock, Bola de Dragón…); El Reno Renardo demostró una gran maestría en sus letras más populares que todos cantaron a coro, pero se les notó cierta falta de ensayo con las otras canciones (aunque ellos lo achacaran a su falta de alcohol); Los Lendakaris Muertos hicieron un gran homenaje a la campeona del mundo Roja con su clásico ‘Gora España’; y El Chivi… que decir de él… la verdad: no pude verlo porque el de seguridad no dejaba entrar a un amigo que llevaba cadenas.

Texto: Cuco

jueves, 12 de agosto de 2010

El Ayuntamiento de Orihuela se une ‘al enemigo’ en el Carnaval de Campoamor





En agosto de 2009 un dispositivo policial trató de impedir que miles de personas celebraran una fiesta de disfraces en el pequeño y elitista pueblo costero de Campoamor (Orihuela, Alicante); fue imposible. “No se le pueden poner puertas al campo”, comentaban algunos de los asistentes.

Quizás, por ello, y por primera vez en la historia de este evento cultural que lleva celebrándose aproximadamente dos décadas, el Ayuntamiento de Orihuela decidió arrimar el hombro (y ya de paso sacar tajada) y montar un escenario con música electrónica y unas cuantas barras para deleite de las miles de personas que allí se encontraban.

Ni la noche más calurosa del año, ni los continuos apagones eléctricos consiguieron hacer que decayeran las ganas de fiesta. Entre los asistentes no faltaron los disfraces de siempre, y algunas de las últimas novedades que han causado furor durante el 2010, como el ‘Pulpo Paul’, el reparto de la nueva entrega de Alicia en el País de las Maravillas, avatares azulados, o la selección nacional.

Al amanecer, incontables botellas y restos de disfraces cubrían el suelo del pueblo. Mientras una veintena de policías locales ‘invitaban’ a desalojar la playa, una muchedumbre desorientada trataba de encontrar un lugar donde dormir o un autobús que les llevara a casa.

domingo, 18 de julio de 2010

Cuba y Circo, protagonistas de Etnosur 2010



Podría mencionar muchas de las cosas que me sorprendieron de la
(Jaén. 18-07-10) Podría mencionar muchas de las cosas que me sorprendieron de la XIV edición del Etnosur (2010): gente sencilla de campo hablando con jóvenes pseudohipies, mientras cortan por lo sano con el conflicto intergeneracional; pistolas de más de un metro en manos de pacifistas, disparando agua y sonrisas a desconocidos agradecidos; algunas de las mujeres más bellas del mundo desfilando por Alcalá la Real (Jaén); e incluso, la utilización de elementos escénicos poco comunes en el circo, como los libros. Pero sin duda, lo que más me sorprendió fue ver a un hombre de 92 años dándolo todo en el escenario: Reinaldo Creagh fue el equivalente a la rodaja de limón que debe culminar todo buen chupito de tequila. 
 

Y es que, un año más, aún con su crisis, sus guerras, la hipocresía de las clases dirigentes, y la consolidación del dominio mundial por parte de estructuras internacionales que son ajenas a conceptos como humanismo, democracia, o paz, el mundo se detuvo durante un fin de semana para que 40.000 soñadores exhaustos pudieran disfrutar de música, diversión y alegría en estado puro. “Es como estar en otro mundo”, comentaba uno de los asistentes primerizos anónimos que paseaban por la Avenida de los Álamos, en pleno bullicio matinal.

Talleres-pasagorras-batucadas-conciertos-raves… y vuelta a empezar 
 
Del viernes al domingo, el Etnosur no se detiene ante nada ni ante nadie: solo hay que echarle un vistazo al horario del festival para darse cuenta que la organización solamente deja 6 horas libres al día (presumiblemente, para dormir) a aquellos asistentes que no quieran perderse ninguna de las citas obligadas. Pero si no te quieres ir a la cama (a lo mejor porque no se tiene ninguna a mano) siempre puedes buscar a los insomnes refugiados en alguna rave clandestina o apurando la fiesta en cualquier esquina del pueblo.

Por otra parte, los madrugadores pueden disfrutar de los talleres: de percursión cubana, de danza afro-yoruba, de plantas, de repostería, de clawn, de reflexología…

Por la tarde, las pistolas de agua, los fumigadores (también conocidos como flus-flús), y los vasos de litro de tinto de verano (con mucho hielo) a 2 euros, ayudan a combatir el infernal calor de las calles de Alcalá la Real; salpicadas de espectáculos callejeros, batucadas, conciertos y obras de arte andantes, ya sean en forma de tatuajes, flores al óleo en la cara, o una espesa capa de pintura azul a lo pitufo (o avatar, según se prefiera) que un grupo de ‘amables’ y sonrientes chicas iban restregando por la cara, manos, y otras partes de la anatomía, de todas las víctimas que (voluntaria o involuntariamente) se cruzaban en su camino.
También hubo charlas, proyecciones cinematográficas, stans de ONGs, y mil anécdotas en cada esquina: el Etnosur es así, y ningún artículo es capaz de abarcarlo en todo su esplendor.



Señoras y señores… con todos ustedes… ¡el Circo!


Los afortunados que consiguieron una entrada y llegaron a tiempo de que no les cerraran las puertas en las narices, pudieron disfrutar de los espectáculos circenses, a los que se consagraba, junto con la música cubana, esta edición del festival. La compañía ‘Pacolmo Teatro de Calle’ sorprendió a la audiencia con un número de variedades durante el viernes, plagado de humor, contorsionismo, danza, y prestidigitación. El sábado, los payasos (o clawns, ya que ahora está de moda en el mundillo decirlo en inglés) fueron los reyes de la pista, haciendo reír a todos los niños, tanto a los que se llevan por dentro, como a los que todavía lo llevan por fuera.

Acampada VS pisos patera

Algunos de los más veteranos, o resabiados, los que saben que un camping de festival es todo un ejercicio de supervivencia, optan por alquilar algunos de los pisos que se atreven a ofrecer los nativos más valientes del lugar. Estos son los pisos-patera-festivaleros: apartamentos de pueblo, normalmente grandes que, aunque concebidos para acoger a una familia de 4 ó 5 personas, acaban albergando al doble o el triple de personas durante el fin de semana del Etnosur. En ellos, el salón, los pasillos, y hasta la cocina (no tenemos constancia de que nadie haya dormido en el cuarto de baño) se convierten en improvisadas habitaciones, cubriendo el suelo con un manto de aislantes, sacos de dormir, y colchones hinchables. 


Los que no pueden permitírselo, o deciden ‘vivir la magia del festival en todo su esplendor’ por puro sadomasoquismo (entre los que se encuentra un servidor), van a parar a uno de los dos campings oficiales del festival, por el módico precio de 20 euros. A pesar de los 40 y muchos grados que puede alcanzar una tienda a partir de las 10 de la mañana, el continuo ruido de timbales y gritos durante toda la noche, y la falta de agua caliente, los campings de los festivales tienen algo especial que hace que la gente tienda a hermanarse y que afloren la generosidad y lo extrovertido de cada uno de sus habitantes.


Una tercera modalidad, solo apta para auténticos ‘perros de festival’ (y que conste que esta expresión la digo en el mejor de los sentidos), es la acampada libre: cualquier acera, jardín (incluso los vallados), o trozo de campo sirve para plantar la tienda. Los más osados, se echan a dormir debajo de un pino, incluso, sin aislante ni saco.

En principio… ‘Kata kanona’


Ana, Cecilia, Eva, Mariana, Uka y Maeba son las seis chicas jienenses que conforman la compañía de danza ‘Kata kanona’ (‘En principio’, traducido del griego clásico). Con su espectáculo ‘Onírica’ (que como su propio nombre indica es una alegoría de los sueños) consiguieron trasportar al público a otro mundo, más etéreo y suave, y no precisamente por aburrimiento: el espectáculo de música, videoproyecciones y danza, aderezado con elementos como disfraces de medusas y pañuelos ingrávidos, dejó perplejos a los asistentes, los cuales no parecían esperar tanta belleza -no musical- sobre el escenario.


Tomasito y ‘Las Chicas de Oro’ gitanas

De Jerez de la Frontera tenía que ser. Tomasito (o Tomás Moreno Romero, para los que quieran saber que es lo que pone en su DNI), más conocido por su participación en el grupo G-5, fue el plato fuerte de la noche del viernes. “Lo mío es fusión… no infusión”, comentaba a todos los periodistas que le preguntan por cómo definiría su estilo de música. Y es que se atreve a fusionar flamenco con funk, hip-hop, punk, pachangueo… y últimamente y con gran éxito, pop y rock. Especial mención cabe para la versión del ‘Back in Black’ de los ACDC que, a ritmo de guitarras españolas y palmeros, cantó y bailó con ‘Las Chicas de Oro’ gitanas: tres sesentonas de etnia romaní que hubieran hecho arrancarse por bulerías al mismísimo Angus Young.

Minusválidos físicos con almas superdotas


Cable eléctrico, un bote de leche en polvo cruzado por un palo, y los despojos de una red de pescador, son todo lo que Roger, el miembro más jóven del grupo ‘Staff Benda Bilili’ necesitó para fabricarse un laúd. Y es que este grupo de congoleños, a los que un día la polio los dejó en una silla de ruedas, o en el mejor de los casos, encadenados a unas muletas, han demostrado que la música puede darle voz a los sin-voz y romper todas las barreras: ya sea la de la pobreza, la incapacidad, o la incomunicación. Pero todo esto no tiene ninguna importancia a la hora de pararse a escuchar su música: antes de hacerse ninguna idea preconcebida, recomendamos exhaustivamente que se dejen sorprender por esta fusión de ritmos congoleños clásicos con los éxitos más actuales del reague y funk, para luego poder admirar con conocimiento de causa a estos talentosos músicos.

Cubanenado, cubaneando… Reinaldo Creagh

Carmen París, Santiago Userón (o Juan Perro, según el momento de su carrera que se mire), Pancho Amat, y Reinold Cárdenas estuvieron increíbles, al cobijo de la Orquesta ‘Cuba Sound Project’, en el espectáculo ‘Cubaneando’: broche de oro de la noche del sábado etnosureño. La complicidad, buen humor y amor al arte que derrocharon en el escenario engatusó a un público no excesivamente receptivo, debido a que, a la altura del festival en que se encontraban, el cuerpo pedía algo más de marcha.
Pero todo el mundo enmudeció cuando el maestro Reinaldo Creagh inundó el escenario. Si la experiencia es un grado, este hombre los tiene todos. Y ya de paso, decir que con sus casi centenar de años sigue teniendo más ritmo que toda mi generación. El que fuera uno de los fundadores de ‘La Vieja Trova Santiaguera’, y que mostrara al mundo entero la música cubana, sigue teniendo marcha para subirse a la tarima, al menos, durante un par de temas, y demostrar que aún le queda mucho que enseñar, tanto dentro como fuera de los escenarios.

Texto: Cuco
Fotos: Cuco

lunes, 3 de mayo de 2010

Los S-eguid-O-re-S del indi/electro/pop invaden Murcia

Según las cifras de la organización, unas 30.000 personas de fuera de la Región de Murcia acudieron a la cita del S.O.S. 4.8 Festival 2010 . Junto con los 5.000 autóctonos que se pasaron por allí, los enchufados de turno que consiguieron acreditaciones V.I.P., medio centenar de periodistas, y unos cuantos listillos que lograron colarse, consiguieron hacer vibrar el recinto de La Fica, a ritmo de Fran Ferdinanz, Orbital, y Fat Boy Slim, entre otros.

Revelaciones autóctonas
 

Mucha gente tenía algo que celebrar en este festival, pero unos chicos que cumplían un añito lo hicieron por todo lo alto: desde un escenario y haciendo bailar a toda su audiencia. ‘The Leadings’, un grupo murciano que lleva tocando 365 días (más o menos) consiguió, desde el escenario Jägermeister, dejar un buen sabor de boca a una audiencia casi virgen en su música, pero receptiva.
Cabe destacar la sincronización de las proyecciones con la música, entre las que se encontraban imagines del fil 'Metrópolis', o escenas de películas eróticas en blanco y negro.





Atrezo, disfraces y mensajes en trozos de cartón


Un festival como el S.O.S. no es solo un evento cultural en el que disfrutar de buena música, conferencias y bebidas ortodoxas o exóticas varias; es un lugar donde poder expresarse libremente, ya sea en un escenario o a pié de pista. Burritos chicanos rojeras, orejas de gatita, globos con la forma del hermano gemelo malvado de Bob Esponja, gafas de sol para todos los gustos y un montón de prendas de vestir inimaginables ayudaban a la gente a sentirse ellas mismas, en un entorno de libertad en el que todos volvemos a ser un poco niños: cantan, bailan, y juegan mientras que dejan que la música, el buen rollo, y algún que otro aliciente más o menos natural, permitan olvidar los problemas del día a día, como el alto porcentaje de paro que merma a la juventud española.


La organización también puso su grano de arena para colaborar en toda esta alegoría: en una explanada en la que confluían los escenarios Jägermeister y el de Estrella Levante, una montonera de cartones con mensajes escritos cubría el suelo, como si de una alfombra ilustrada se tratara. Nadie se lo dijo, pero la peña lo pilló al vuelo: la gente cogió los carteles y los expuso con las manos alzadas: 'Niño de papá', 'Concha de tu madre', o 'Chúpame la teta' eran algunos de los textos que adornaban las cabezas de los felices asistentes.







Fran Ferdinanz

El cabeza de cartel del viernes, Franz Ferninand, empezó poniendo toda la carne en el asador, para deshincharse al final del concierto. Las canciones del último disco no triunfaron tanto los clásicos que todos tarareaban, pero en general, la gente parecía satisfecha cuando las luces se apagaron.

http://www.youtube.com/watch?v=djusGhJ87rE&feature=related

Tormenta de hielo y fuego

El cambio climático también asistió al festival, aunque nadie lo hubiera invitado. La jornada del sábado estuvo marcada por el azar de la climatología: un sol de castigo fue sucedido por una lluvia torrencial con granizo; a continuación, sol de lluvia que quemó la retina de todos los que no llevaban unas buenas gafas de sol, y por la noche, neblina baja alternada por cielo despejado que permitía ver a la luna menguante a tres cuartos.

Madnes

Todo un clásico, sin duda. Si los Blues Brothers hubieran pasado unas vacaciones de verano en Jamaica, habrían hecho una Jam Sesion con los Madnes de buena gana. Sus ritmos regue-ska mezclados con pop clasico británico, y un toque de blues, hicieron bailar a los SeguidOreS hasta el casi-agotamiento

http://www.youtube.com/watch?v=dsOEIBuYCBk

Orbital

Tras el toque de color de los Madnes, el escenario Estrella Levante se cubrió de un pesado manto de música tecno de la mano de Orbital, sumiendo a la audiencia en una danza rítmica y acompasada. Un gran preludio para lo que se avecinaba.

Camping infernal


El Consistorio local informó que el SOS había conseguido agotar todas las habitaciones disponibles de la ciudad. Los que no fueron tan previsores o no contaban con el dinero, tuvieron que conformarse con el camping oficial: ubicado en el Campus universitario de Espinardo (a una media hora en coche del recinto musical), fue calificado como “campo de concentración” por algunos de sus residentes. Una explanada de tierra sin apenas sombra, y unas duchas insuficientes que dejaron de funcionar por la mañana, ocasionaron una veintena de lipotímias (según informó el telediario de TVE) y que la organización tuviera que emitir un comunicado disculpádonse, y achacando los fallos a la inexperiencia. Los más listos decidieron echar la Quechua en el primer lugar que encontraron, mucho más cerca de los conciertos, en el jardín que hay frente a la Diputación Regional, o en la primera calle que pillaron.

El chico gordo y delgado


Con casi una hora de retraso (probablemente por la espada de Damocles en forma de lluvia que pendía sobre el festival) empezó el más esperado: 'El Chico Gordo y Delgado' (o 'Fat Boy Slim', en V.O.). A diferencia de otros grandes grupos del género que también fueron cabeza de cartel en ediciones pasadas de este festival, como los 'Quimical Brother' o los 'Two Many Djs' (en cuyas bandas dos Djs hacen sonar la música), el 'Chico Gordo y Delgado' se basta el solo para hacer disfrutar a la audiencia. Incluso tuvo el detalle de remezclar ‘La canción del mariachi’ de la película 'Desperado', cantada por Antonio Banderas, para su agradecido público español.

http://www.youtube.com/watch?v=y-n1CyctwgI

Una barrera humana barre a 35.000 personas al ritmo del Danuvio azul

Y tras 'Fat Boy Slim', el Danubio azul (de Johann Strauss) cerró el festival, como ya lo hizo en ocasiones anteriores. Y en contra de lo que pueda pensar cualquiera que no estuviera allí, siendo las 6:30 de la mañana y tras unas cuantas sesiones de música electrónica, la gente no salió corriendo a dormir la mona o a seguir con la fiesta en el after más cercano, sino que se quedaron bailando este vals del Siglo XIX; ya fuera en solitario, en pareja, o en grupos. E inmediatamente después de que sonara la última nota, una barrera humana perfectamente coordinada y unida por un precinto policial barrió a las 35.000 almas presentes en el recinto, haciendo pasar a lo que quedaba de los asistentes por el redil de la puerta de salida, cual corderitos.


Texto: Cuco
Fotos: Cuco
Vídeos: Youtube (BokaSecaMan)