CIBERMAGAZINE

lunes, 15 de noviembre de 2010

Murcia se re-Manga entre los otakus y el cosplay


(Murcia. 15-11-2010) Los que piensan que los amantes de la cultura japonesa son un grupo minoritario de frikis se equivocan. Al menos, a medias: frikis, a mucha honra; pero en un buen número. Y si no, que se lo digan a los miles de personas que se congregaron durante el fin de semana del 13 al 15 de noviembre en el Auditorio Victor Villegas para celebrar el II Salón del Manga de Murcia, conocido como ‘Murcia se reManga 2010’. Muchos admitieron haber recorrido un buen trecho para llegar hasta allí; otros, haberse gastado los ahorros de varios meses en el atrezo. Pero todos coincidieron en que había merecido la pena.



Entre los pasillos de los puestos de merchandising, las exhibiciones de artes marciales, y los diversos talleres de introducción a la cultura japonesa, los principales personajes de series de ciencia ficción (mayoritariamente manga, pero no necesariamente) tomaron vida gracias a la magia del cosplay: una moda nipona consistente en disfrazarse (imitando o inspirándose) con la estética de personajes de cómic, películas, videojuegos, y otros mundos relacionados con la subcultura.



¿Oriente = katanas y patadas voladoras?

Aunque probablemente sea lo que más ha trascendido en occidente, la cultura japonesa es mucho más que artes marciales y armas exóticas: zen, videojuegos, cosplay, origami, karaoke, manga, shusi, feng shui, para para, anime, caligrafía, hentai… y otras muchas aficiones, disciplinas y filosofías conforman el rico universo nipón. Todas ellas tuvieron su representación, en mayor o menor medida, en este Salón del Manga, ya fuera en un taller o en las páginas de un libro o cómic.

Ahora bien: ¿Qué sería de un evento como este sin una buena exhibición del arte de la guerra? Los aficionados al kendo, kobudo, jujitsu, judo, karate y aikido tuvieron la oportunidad de observar con sus propios ojos lo que muchos solo han visto a través de la tele. Incluso un grupo de misteriosos ninjas mostraron algunos de los secretos más oscuros de sus ancestrales técnicas. Para los que prefieren actuar a mirar, se celebró el torneo de Softcombat: una modalida de lucha armada pero inocua (o casi), en la que está prohibido golpear en puntos vitales (cara, cuello, testículos…) y las armas están acolchados con gomaespuma y similares. Junto a esto cabe añadir que estaba prohibido introducir en el recinto armas reales (aunque formaran parte de un disfraz), y las únicas permitidas eran las que se exhibían en los puestos.


Coleccionismo extremo

“En estos salones el público se da a un consumismo desaforado y sus propuestas son más participativas. En los de cómic, el público mayoritario es más 'gafapasta' y también de más edad”, sentenció David Ramirez (creador de ‘Dragon Fall’ o ‘Los Paladines del Horóscopo’) en la entrevista que concedió a nuestra colega Pepa García del periódico ‘La Verdad de Murcia’. Junto a él, otros autores de la talla de Mustashrik (‘Julio Cesar’) Enkaru (‘Trisquell’), o Diego Gisbert (‘Castelvania, Lord of Saows’) organizaron soberanas colas en los puestos de las grandes cadenas, que competían con quiscos multicolores plagados de chapas, camisetas y miles de figuritas de formas inimaginables.

Manga también es música

Videojuegos como el 'Guitar Hero' o 'Rock Band' han ayudado a sacar la estrella del rock que muchos llevan dentro, aunque pocos se atreverían a subirse a un escenario. Este no es el caso de la banda Otaku Heroe, que ataviados con sus guitarras de seis botones de colores y otros periféricos de videoconsola, versionan a los grandes mientras intentan ganarse el respeto de su público haciendo la mayor puntuación posible.

Los que ronden la generación de los 80 recordarán grandes temazos de series japonesas, como el primer opening de 'Bola de Dragón', interpretado por los Barón Rojo; o el tema de 'Mazinguer Z', versionado por grupos como 'Los Gigatrón' o 'El Hombre Linterna’. En esta línea, pero en versión femenina, las vocalistas de 'Charm' (Lydia y Marta) repasaron parte de su extenso repertorio (el cual abarca cuatro discos y ocho años sobre los escenarios) en el que reescriben temas manga, entremezclando partes en japonés y otras en español: un lujo para los niños de todas las edades que aguantaron hasta el final del Salón.

Texto: Cuco
Fotos: Cuco
 

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